El inicio de estos trabajos coincidirá con la finalización de las labores
de saneamiento del paso de misterio.
El manto de salida es de Rodríguez Ojeda de 1923 y su próxima restauración
no es más que otro paso, por parte de la junta de la hermandad, para la
conservación de su patrimonio, el cual ha sufrido los estragos del paso del
tiempo.
Ntro. Padre Jesús ante Anás y San Juan Evangelista ya han sido restaurados
y se encuentra en San Lorenzo, mientras que la Virgen del Dulce Nombre está en
su fase final de la restauración y volverá a su templo antes del 23 de febrero.
Una gran labor la que está realizando la hermandad del Dulce Nombre y a la
cual deberían de seguir las demás hermandades. El cuidado del patrimonio de una
hermandad es básico para seguir disfrutando de las “joyas” que posee cada
hermandad.
Redacción: Alberto Romero.
Fuente: Pasión en Sevilla.
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