sábado, 5 de diciembre de 2015

"La Grandiosa", la corona de la Soledad de Castilleja de la Cuesta será restaurada.


La corona de Nuestra Señora de la Soledad de la Hermandad de Santiago de la localidad de Castilleja de la Cuesta, será restaurada y enriquecida por el orfebre cordobés Manuel Valera. Este autor con una dilata trayectoria en el mundo cofrade cuenta con destacadas obras como el báculo de oro y pedrería de la Divina Pastora de Cantilla, o las coronas de oro para las coronaciones de la Virgen del Valle de Sevilla y la Virgen de la Oliva de Salteras.

Esta corona, denominada "La Grandiosa" por Juan Ruiz Picón, antiguo párroco de Santiago, data del año 1944 y es obra de Fernando Marmolejo con diseño del artista local Juan Oliver. Es de plata sobredorada y de corte renacentista, el canasto circular está adornado con columnas salomónicas que enmarcan una serie de cartelas de plata. Los imperiales, cuya base decoran ángeles plateados, nacen del remate del canasto y vuelven a subir tomando una original forma piramidal. Al final de los imperiales hay un templete con la imagen de Santiago Apóstol, miniatura copia de la de de la basílica compostelana. El orbe y una cruz de joyería coronan la pieza. El canasto interior está decorado con casetones que sirven como base del espectacular despliegue de grupos de rayos, flamígeros y plisados que marcan la circunferencia de la pieza. Diez de las 20 estrellas originales se mantienen rematando la pieza de siete kilos y ochocientos gramos.

Fernando Marmolejo culminó la obra cuando la Virgen de la Soledad procesionaba sin palio, en un paso representando el misterio del Duelo. En el año 1947, la hermandad decide que la Virgen salga bajo palio. Para ello, se decide intervenir en la corona que al ser tan grande resultaba muy complicada su colocación. Esta consistió en eliminar diez estrellas grandes que rodeaban la ráfaga y rebajar el canasto en unos tres centímetros. También recibió un segundo arreglo a finales de los años sesenta. Al ensanchar el manto de la virquen, alguien en en la hermandad consideró que la corona no entraba si se utilizaba un pollero mayor, de manera que se mutiló la ráfaga para quitarle los dos grupos de rayos flamígeros y biselados finales. Esas dos piezas se volvieron a colocar aunque será ahora cuando se recompongan de manera definitiva. Este talle va a chapar en oro toda la pieza e incorporará mejoras en la cartela central del canasto. También va a realizarle un nuevo puente que sustituya al actual con los elementos de sujeción que llevarán la copia de una de las mariquillas rojas de cristal francés que luce la Virgen en el pecho.


Fuente: Pasión en Sevilla.
Redacción: Jesús Pérez.
Imagen: Blog Salve María Regina.

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