sábado, 5 de diciembre de 2015

"El Sueño eterno de Esperanza"


Y es que 18 años...Son muchos años. Y precisamente, no parecía ayer cuando la Virgen del Rosario cruzaba la orilla de otra Sevilla, para llegar, por derecho divino al barrio de Ciudad Jardín. Ni tampoco parecía ayer cuando el Señor de la Esperanza (que curiosamente también cruzó las orillas cómo su Madre), colmó de Esperanza ha todo el barrio antes mencionado...El testimonio, la única lágrima que le inmortalizara Arteaga.

Y es que, si mirásemos en el tiempo y echásemos la vista atrás, cuántos días no pasarían los hermanos de la Milagrosa, la hora en la que el reloj se parase, el tiempo fuese distinto, y el camino cambiase...Cuánto no han tenido que esperar para ser nombrados Hermandad de Penitencia, hablando con guasa, de esa que a los escritores nos gusta...¡Qué penitencia, cuando el recorrido de baches carecía!...Pero al fin, y entre sollozos que parecían ser eternos, o esperas, que parecían ser interminables...Al fin, y después de un periodo donde nunca faltó La Esperanza, llegó lo que deseaban...Llegó aquel sueño, eterno de Esperanza. 

A partir de ahora, todo será distinto. Seguirá habiendo un futuro con el que crecer, y un libro con páginas en blanco, un libro que esperará ser escrito por generaciones venideras que ya conocerán a los Hermanos de la Milagrosa con túnica y antifaz...con la blanca inocencia de niños revoloteando por su Parroquia, camino de hacer, su particular Penitencia...

Y quién no deseaba a esas mujeres con los carritos acompañando a sus hijos, y esos capirotes levantaos porque el calor a veces...es más bien puñetero...pero, bendito calor, bendito...Quién no deseaba entrever entre esos cirios, esa nube de incienso, ese paso de misterio...esa llegada, esa marcha, ese sonido...Y entre cirios y cirios, su Madre, Rosario por devoción y mimbre que del cielo ha venido...

Hoy, la procedencia de este escrito, no es más que para anunciar, que la Milagrosa, ya es Hermandad de Penitencia...que tras 18 años, y una vida llena de anécdotas...al fin llegó el momento, al fin llegó el final del "sufrimiento"...Y sí, hermanos...Podéis ir "poniéndoos vuestros capirotes, porque ya salimos a la calle".

Redacción: Jesús Cantos.

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