jueves, 28 de enero de 2016

El puente que se nos fué


¿Recuerdan el Puente de la Calzá?
 No son pocos los que no lo guardan en su memoria, los que no lo han conocido o incluso, con algo de fundamento, los que lo confunden con el Puente de San Bernardo, hermano de alma cofrade del que se levantaba en la antigua Calle Oriente.
Este Martes Santo que estamos próximos a vivir se cumplen 25 años del último en que la Hermandad de San Benito lo cruzase en estación de penitencia hacia la Santa Iglesia Catedral.
Nunca olvidaré aquel Martes Santo de sol y calor, condiciones meteorológicas que siempre caracterizaron al tercer día de la Semana de Pasión, cuando a las 15:40 se ponía en la calle su inconfundible Cruz de Guía, ante la que se estrenaba la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación. Aquel día, nacía una forma de sentir la música en la Hermandad de San Benito.
Consumido un cuarto de siglo desde que, para la celebración de aquella Expo del 92, que le cambió la cara a Sevilla, el puente que unía el Barrio de la Calzá con la Puerta de Carmona fuese derruido, aún ocupa un lugar en el corazón de los vecinos del arrabal y de los hermanos de la corporación.
Un lugar de leyenda, que parecía haber sido levantado para vivir historias de valientes costaleros, que en un alarde de fuerza, y de corazón, de una sola chicotá llevaban al Misterio de la Presentación al Pueblo, al Crucificado de la Sangre o al Palio de la Virgen de la Encarnación hasta la cima.
25 años después, del Puente de la Calzá solo quedan vestigios; un pequeño tramo del acueducto de los Caños de Carmona, que sirvió de soporte del antiguo puente, y el recuerdo de una hermandad y de su barrio, que con fe lo cruzaban "camino de Sevilla" acompañando a sus titulares.
Hoy, el Puente de la Calzá es parte de la historia de aquella Sevilla que se nos fue.

Redacción: Pepe Cruz

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