La Virgen de
la Estrella saldrá bajo el palio de Garduño el Domingo de Ramos de 2016.
María
Santísima de la Estrella procesionará el próximo Domingo de Ramos bajo el palio
que diseñara Antonio Garduño Navas y ejecutaran los talleres de bordados de
Fernández y Enríquez. Está bordado en oro sobre terciopelo azul. Se estrenó en
1995.
Las
bambalinas frontal y trasera se dividen en tres secciones en las que el bordado
parte de cada una de ellas desde el centro y, en forma de espiral, va ocupando
toda la superficie hasta llegar en los extremos a resolverse en una
contra curva. Simulan hojas de cardo, pámpanos que se entrecruzan, pequeñas
rosas, hojas de acanto, roleos de gran grosor, hojas carnosas y el escudo
corporativo que pasa a formar parte del conjunto sin resaltar, a no ser por la
corona imperial que sobresale en el borde superior.
Las
bambalinas son iguales tanto en su parte exterior como interior, salvo en la
parte trasera del escudo que continúa la misma línea de decoración vegetal con
macollas. Están enmarcadas por una moldura bordada en hilo de oro y sobre ella
parten dos pequeños querubines o cabezas de angelitos realizados en marfil y
alas bordadas en hilo de oro, para ser rematadas finalmente por una crestería
también bordada en el mismo tipo de hilo y separada por unas perillas de plata
en forma de estrella de las que cuelgan los cordones y borlones.
Las caídas
laterales tienen la misma decoración que la frontal y trasera, a excepción de
los escudos, y están divididas en cinco secciones. Se encuentran rematadas
solamente por una pequeña moldura bordada en hilo de oro en forma espiral, y
decoradas por cinco querubines también de marfil y alas bordadas, cuyos
cordones penden de las perillas de los varales.
El techo de
palio está realizado completamente a juego con las bambalinas. En el centro se
representa una Gloria aludiendo a las dos mártires de Triana y Co-Patronas de
Sevilla, Santas Justa y Rufina, con sus motivos iconográficos, portando la
Giralda, hojas de palmas y cerámicas, pintadas sobre paño de seda, y cuyos
rostros y manos están realizados en marfil. El óvalo en el que se encuentran
enmarcadas está bordado en hilo de oro con decoración vegetal.
Existe una
separación entre el marco central y las esquinas del mismo efectuada por doce
estrellas de siete puntas. Sobre el terciopelo azul se ven las hojas y roleos que
quedan entrelazados unos con otros dando muy poca oportunidad a los bordados
aislados y sueltos, consiguiendo una absoluta simetría entre las cuatro
esquinas. Predomina la rocalla, aunque se ve acompañada de pámpanos,
hojarascas, rosas y florecillas.
Redacción: Alberto Romero
Fotografía: Benito Álvarez
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