El acto se produjo a las cuatro de la mañana, donde cuatro individuos que aún no han sido identificados estrellaron su vehículo sobre la puerta principal de la iglesia, quedando esta totalmente destrozada a pesar de su grosor y su altura de seis metros.
Una vez allí, los ladrones con la ayuda de linternas accedieron al camarín del Altar Mayor, lugar donde recibe culto esta imagen gloriosa. Uno de ellos utilizó el sillón para acceder a este rincón y tirar a la Virgen de la Granada al suelo. Por fortuna, el pollero y el manto la salvaron, ya que cayó muy cerca del sillón de la parroquia. Desde el suelo, los ladrones consiguieron arrebatar la corona a la Virgen, mientras que la del Niño Jesús tuvieron que arrancársela al no poder desenroscar la pieza.
Desgraciadamente, las dos imágenes sufren algunos desperfectos cómo la rotura del dedo meñique de la Virgen. Este hecho ha provocado que las imágenes estén cubiertas.
Fuente: Pasión en Sevilla.
Redacción: Jesús Pérez Vera.
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