1) ¿Cuál es su principal devoción?.
Es la Virgen de la Esperanza. Es la devoción de los míos, de mi familia. Varias generaciones de macarenos corren por mis venas
2) ¿Satisfacción por ser Pregonero de las Glorias de Sevilla, parte vital en el actual mundo de las Cofradías de Sevilla?
Es no sólo una satisfacción enorme; es también una alegría y, sobre todo, una gran responsabilidad. Hablar de María supone un compromiso, máxime en esta ciudad donde Ella es parte esencial de la cotidianidad. No hay que olvidar que las Hermandades de Gloria son un importante vínculo entre los cofrades y la Iglesia Diocesana y esta relación ha hecho posible el acercamiento del hombre a Dios, facilitándoles los medios espirituales necesarios, a través de la oración y las imágenes.
3) ¿De dónde nace su devoción hacia las Glorias de Sevilla? ¿Alguna favorita?
Mi primera relación, con las devociones letíficas, nace en el barrio, en mi propia familia, en la hermandad. Con la Virgen del Rosario comienza una atracción hacía María, en sus advocaciones gloriosas. Y fíjate que enuncio al barrio porque cuando éramos niños participábamos en la procesión de la Virgen de Carmen de San Gil.
4) ¿Cómo ve la actual situación de las Hermandades de Gloria?
Pues en auge. Tras una época de decaimiento, creo que vuelven a tomar especial relieve. Una nueva generación de cofrades, muy preparados y con ganas de trabajar, están impulsando esta corporaciones de guardan tanto valor, tanta memoria, tantas ilusiones y mucho esplendor. Hay Hermandades, por referenciarlas con las de penitencia, que tienen siglos de existencia y conservan unos patrimonios exultantes. Son imágenes que mueven muchísima devoción en la ciudad. Ahí están la Salud, de San Isidoro, la Virgen del Amparo, Todos los Santos o la Virgen de los Reyes de los Sastres, por mentar algunas. Eso sin obviar las que se han ido promoviendo en los nuevos barrios que surgen con los primeros planes de desarrollo, y que hoy son referentes espirituales para quiénes tuvieron que abandonar sus viejas viviendas, en los barrios del centro, en las décadas de los sesenta y setenta, del pasado siglo.
5) ¿Ve visible alguna dificultad con respecto al Pregón de la Semana Santa?
Pues la verdad, cada uno tiene su complejidad. Como he dicho con anterioridad, es una gran responsabilidad y cada uno tiene su enjundia. El hombre tiene visiones distintas sobre mismo hechos y todas son válidas si se desarrollan dentro de la razón y la fraternidad, sin provocar alteraciones en los conceptos primordiales. Al fin y al cabo, se trata de exaltar a la Virgen y a Cristo, su mensaje de Redención, y que son vínculos, inexorables, para llegar a la Misericordia de Dios.
6) ¿Buen escenario el actual, le gustaría cambiarlo?
Me parece extraordinario. Es un lugar perfecto para poder cantarle a la Virgen. La majestuosidad de sus naves supondrá un marco idóneo para mis humildes palabras. Además, en aquel mismo lugar, estuvo durante tres días, gloriosos días, la Virgen de la Esperanza, durante el Triduo que se celebró con motivo del 50 Aniversario de su Coronación Canónica. No lo cambiaría por nada del mundo.
7) ¿Qué mensaje le gustaría transmitir en su Pregón?
Buena pregunta. Un mensaje de amor, de veneración a la Virgen. Es de lo que se trata, difundir esa Esperanza que transmiten los Evangelios y que tan necesario es hoy en día.
8) ¿Irá dedicado su Pregón a alguien en especial?
Casi con toda seguridad. Pero me va a permitir que me lo reserve.
9) ¿Qué le pide a los Cofrades, cuando formule su Pregón?
Que mantengan la Esperanza en la bondad de Dios y que expandan ese mensaje de fraternidad. Es un compromiso del cristiano, condición de la que presumimos pero de la que no se suele ejercer.
10) ¿Algún Pregón que le gustaría dar, después de este?
Dios dirá. Si se refiere a la aspiración de pronunciar el de la Semana Santa, todos mantenemos esa ilusión. Pero no me atribula. La Providencia proveerá. Es Ella la que nos ordena y dispone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario