Bajo el Costal, ha vuelto.

Siempre de Frente, Valiente. Recuerdo aquellas palabras, como si el viento de poniente se cebara con el Horizonte que proviene a la Lejanía, como el Reloj en horas mudas o palabras e Soledades inciertas. Nada podría presagiar más que le regocijo de una madera quebrantando el cuello de un Legionario, que el dolor olería a condena y el fracaso provendría a las tempestad del Silencio.

Un 5 de mayo, y tras 15.000 personas llegaría la rotura de nuestra vértebra. Alguien cebó su rabia hackeando nuestra cuenta, haciéndonos daño donde de verdad duelen las cosas, en el alma. Todo quedó paralizado y sin respuesta, donde en muchas ocasiones es mejor desaparecer que protegerse así mismo. Pudo más la inquietud de romper un trabajo basado en las riendas del corazón que el mutuo respeto entre compañeros, pero como siempre dijeran grandes pensadores de la escritura No es más fuerte quien más tiene, sino quien más lucha por tener.

Meses donde el abismo era nuestro mayor defensor y donde le habitáculo del horror se cebaban con mentes buscando una solución, había que proseguir con nuestra lucha, nada podía quedar así.

Recordábamos aquel 11 de diciembre en que Todo comenzó, en donde nada ni nadie podía presagiar que un año después miles de personas amarían el trabajo que les llevaríamos durante 365 días a sus corazones, sin embargo, alguien jorobó nuestro amor hacia vosotros...De ahí surgió el Ahí quedó.

Pero como si la pólvora surgiese, hoy estamos aquí para resurgir de las cenizas del Olvido, para llevar a cabo nuestras metas y logros y para desbancar a aquellas lujurias del abismo, donde nada era concreto y todo parecía incierto.

Siempre de Frente Valiente. Con proyectos que nos ilusionan, hacen que reventemos la astilla de Palo que sufrimos, de la Bondad y la Humildad, nace el caminar de los valientes y el corazón de los Legionarios.

Es una carta de Bienvenida, amigos Cofrades de Sevilla.

Bajo el Costal, ha vuelto.

Jesús Cantos.