domingo, 15 de mayo de 2016

La Historia de un Silencio Blanco...
























Se crea esta Hdad en el año 1696 en la parroquia de San Julián, al parecer por antiguos miembros de la hermandad de la Hiniesta, que en estos momentos, se encontraba extinguida al haberse quedado reducida de hermanos con motivo de la peste en 1649.
La primera estación de penitencia la realizaron en el año 1699 y desde entonces, durante el siglo XVIII lo harán de forma NO continuada, a pesar de que en el año 1724 se trasladara a San Juan de La Palma, encontrando con ello nuevos brios entre los vecinos de la collación, en la que por entonces o existía ninguna comparación penitencial.
Merced a este auge en los primeros años de San Juan de La Palma, la corporación construye altares propios, adquiere la sacristía y la sala de cabildo y encarga a Benito de Hita y Castillo la imagen de San Juan.
El por qué decae la hermandad en el último cuarto de este siglo está todavía por averiguar, pero además las influencias liberales que emanan de la Revolución Francesa y que afectan por igual a todas las corporaciones de la ciudad, creemos que debió influir el enorme endeudamiento al que hubo que someterse al encargar el paso de misterio en 1786.
Dichos problemas debieron subsistir durante un largo periodo de tiempos, quedado la Hermandad en una situación de total decadencia y aletargamiento de la que no logra salir a pesar de los intentos de un grupo de hermanos en el año 1808.
Será en 1828 cuando dichos intentos tomen cuerpo y consigan hacer despegar de nuevo los afanes de los cofrades en torno a María Santísima de La Amargura y ello de una forma comprometida, dando un nuevo aire de seriedad a la Hermandad y efectuando regularmente la estación penitencial. En 1885 se llegó a realizar un paso de palio completamente negro, con estrellas bordadas en oro.
A diferencia de la anterior etapa, la cofradía va a contar entre su cuerpo de hermanos con pocos vecinos de la collación, apartándose asi del estilo y características que determinaron la anterior.

En 1893, cuando el paso de palio transitaba por la plaza de San Francisco, un incendio fortuito causó graves daños en los enseres de la misma, salvándose no obstante del fuego las imágenes titulares.
En 1904 se fusiona a la Sacramental de San Juan de la Palma, lo que nos pone en manifiesto el auge que había adquirido y el profundo enrarecimiento de que gozaba en la iglesia de la calle Feria.
Los primeros años de este siglo es el mayor esplendor de la Hdad, pues realiza los pasos de palio que serán a partir de entonces norma del llamado barroco sevillano.
Su gloriosa culminación fue el 21 de Noviembre de 1954, en la Santa Iglesia Catedral cuando fue coronada canónicamente por el Cardenal Pedro Segura y Sáenz.
En el año 1960, La Virgen de La Amargura pasaría a presidir el altar mayor de la Iglesia.

Redacción: Javier López.
Fuente: Sevilla Penitente.

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