sábado, 12 de diciembre de 2015

"Uno más...otro menos en el minutero".


Y otra vez...nervios en el cuerpo, creía que no volvería a sentir esto en mucho tiempo, y así fue. Y aunque parece ayer cuando la Virgen de la Aurora hacía despedir la Semana Santa de 2015 a sones de Amarguras, ya son dos dígitos los que nos separan de un nuevo comienzo, de nuevas estampas, sentimientos, palabras escritas con el verso del alma, y un mar de oraciones, entre mirada y mirada. 

Sí, Sevilla, hoy es un día diferente al de ayer y distinto al de mañana. Ninguno es igual cuando vives esperando aquello que te falta, ¿pero no lo tienes, allá en su retablo, esperando a que le hables, para sentirte en su regazo?, a qué esperas Sevillano, si son 99 días los que te faltan, recuerda que en su hogar, en el templo de tantas Oraciones y visitas con edades tempranas, allí, allí te esperarán sin que nada más les haga falta...Sólo, una visita, unas palabras, un rezo de esos del alma, y hasta mañana. (¿Verdad?), pero no es lo mismo, yo quiero verle pasear, yo quiero oír lo que todos oyen, yo quiero esos pasos, que un costalero derroche, andando por Sevilla, sabiendo que el tiempo corre, que no haya tregua, en cinco sentidos que se oponen, yo quiero verte entre jarras y flores, candelabros o varales, bambalinas o estertores, oyendo como tú oyes, la música o el silencio, el repique de campanas o el suspiro de tus costaleros, yo quiero oír esa música, aquel llanto cernido y fajado con las galas de tu paso, paseándose por mi barrio, yo quiero oír, no quiero echar en falta, sé que son 99 días, y muchas horas las que falllan, pero quiero ceñirme en capa, capirote o esparto, quiero oír como chirrían, los segundos cuando te alcanzo, quiero oírte suspirar, Sevilla encrucijada entre naranjos, quiero oler ese azahar, quiero no ser humano, quiero verte llorar, consuelo para el que llora, y quiero ver Sevilla, que te preparas para tu hora, quiero ver esas túnicas, colgadas de los armarios, o esas túnicas como mares interminables de esos barrios, donde la espera es distinta, donde ya llega aquello de lo que te hablo, quiero ser esas agujas, correr por ese camino, y llegar hasta donde sueño, sin que oigan mis pisadas, aquellos dueños del tiempo que se llevan lo que tanto esperaba, quiero correr para verte, por esos callejones de antaño, quiero ser otra vez niño y esperarte inquieto, no saber si llorar, no saber si sonreír, sólo poder emocionarme sabiendo que llegaste, quiero ser Sevilla, el dueño de tus Estrellas, quiero ser el Río, aquel que bañe tus Penas, quiero ser esa Victoria y tumbar a su Condena, quiero ser esa Salud caminando entre Valles, rodeados de Gitanos que a ti sólo te canten, quiero oírte Señora, suspirar entre Naranjos, mientras tus Lágrimas yo Consuelo, quiero ser ese Dolor, desgarrado por tus Venas, mientras Jesús es Presentado ante el pueblo que le reza, quiero ser el Amor, de esos versos por Cuna, quiero ser Montserrat, mirando fielmente a la luna, quiero ser Santa Cruz, alcazaba y milenaria, quiero ser San Bernardo, quiero ser Tiro de Línea, quiero ser el Cerro y el mayor verso que te dedica, quiero ser también Rey, con el izquierdo cuando le humillan, y quiero ser Sevilla, cuando es Primavera. Son 99 días, para soñar lo que otros sueñan, y es que Sevilla, tu hora está llegando, sin que se note siquiera...

Redacción: Jesús Cantos.
Imagen: Pasión en Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario